sábado, 27 de agosto de 2011

SOBERANIA Y CONCIENCIA CIUDADANA

La idea de la "educación chilena" necesita despojarse de los velos que la cubren y que han tapado la diferencia, la exclusión, la separación y su propia negación".

María Angélica Illanes 1991: 15.


DE AYER Y DE HOY

Durante mi paso por el “ Liceo de Hombres” de La Serena, el ramo llamado Educación Cívica en tercer año de humanidades, provocaba análisis espontáneo en las clases que hacía el Profesor Eugenio Silva, especialmente en temas que se referían a la participación ciudadana, el significado de la Democracia, la orientación política que inspiró a la Asamblea Constituyente que dio como resultado la Constitución de 1925 etc. y recuerdo que el Presidente del Centro de Alumnos, compañero de curso, Jaime Alaniz Carvajal, organizaba en esas oportunidades foros cada vez que estos temas surgían y ya entonces, se concluía que, la Democracia no debía entenderse solo como sufragar en elecciones de vez en cuando.
Como estudiante de la Carrera de Historia, Geografía y Educación Cívica de la Universidad de Chile sede La Serena, durante el quinquenio anterior a 1973, tuve la oportunidad de tener académicos en la mayoría de las temáticas, que enfrentaban la propuesta curricular desde las corrientes ideológicas que subyacían en los integrantes del curso, demostrando un gran respeto por todas y cada una de las ellas que se hacían presente en los foros y disertaciones enriqueciendo el diálogo y la formación desde las ideas y , desde el castillo de la colina se trabajaba mancomunadamente con los centros de estudiantes de todas las carreras en el desarrollo comunitario, organizando campañas de salud familiar, formas de organización de juntas de vecinos, cooperativismo, alfabetización, técnicas del trabajo agrícola y minero que permitían ahorrar recursos y lograr rindes para superar la producción artesanal individual con el objetivo de coadyuvar en el término del subdesarrollo de la Región.
Con la llegada del régimen militar todo se detuvo abruptamente y todo comenzó de nuevo, una orientación verticalista , imposición de un asepsia ideológica que se controlaba con fuerza en todos los establecimientos educacionales, básicos medios y universitarios del país, obligó dolorosamente a perder de vista el desarrollo comunitario como un aporte generoso de las elites estudiantiles universitarias.
Se impuso un sistema político económico neoliberal, donde el libre juego de la oferta y la demanda equilibraría los precios de todos los bienes de consumo, a partir de entonces, la Educación Pública ya no es “ una atención preferente del estado” (Artículo 10 número 7 - Constitución Política 1925) sino un bien más que se transa en el mercado y el estado cambió radicalmente la estructura socio-económico-político anterior por sistema económico liberal de mercado.
En la Constitución vigente en Chile desde el año 1980 se advierte una clara intención de privilegiar al ámbito privado sobre el público. Por ejemplo, en su inciso 10, relativo al derecho a la educación hay dos claras señales que lo manifiestan:
La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de las personas en las distintas etapas de su vida.
Los padres tienen el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos. Corresponderá al Estado otorgar especial protección al ejercicio de ese derecho (...)
Es deber de la comunidad contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la educación (CHILE Constitución de 1980: inciso 10/23).
El rol subsidiario del Estado se ejerce mediante el derecho y el principio de subsidiariedad cuyo corolario: la transformación del rol del Estado en la educación se manifiesta en tres aspectos importantes: el traspaso de la gestión de los establecimientos escolares, desde la dependencia ministerial centralizada a una descentralizada, la municipal; la transferencia de los docentes, de funcionarios públicos a municipales, y el cambio del sistema de financiamiento de la educación pública, desde un modelo basado en la oferta a uno basado en la demanda, estimulando la incorporación masiva de agentes privados (sostenedores) al mercado de la educación (Cox 2005; Donoso 2005). Desde estos dos ejes de la política educativa, el jurídico y el de financiamiento, se sientan las bases para la profundización de la desigualdad educativa en Chile, tal como queda demostrado en un reciente estudio de Bellei que refuta la hipótesis que la expansión de los establecimientos privados financiados con recursos públicos haya significado un mejoramiento de la educación chilena, en cuyas conclusiones se sostiene:
Basado en la evidencia y la literatura analizadas, mis conclusiones acerca del aporte de la expansión de la educación privada financiada por el Estado -en términos de resultados de aprendizaje- son las siguientes. Primero, las escuelas privadas subvencionadas -en promedio-no son más efectivas en producir resultados de aprendizaje que las escuelas públicas; más aún, si alguna diferencia existe, ésta parece favorecer a las escuelas públicas (dado que sabemos que las estimaciones han tendido a sobrevalorar el efecto de las escuelas privadas). Segundo, de existir alguna diferencia en la efectividad entre escuelas públicas y privadas (en cualquiera de los dos sentidos), es casi seguro que esta es de magnitudes muy pequeñas, sustantivamente irrelevantes. Tercero, en el mejor de los casos, la fuerte expansión de la educación privada subvencionada no ha provocado un mejoramiento apreciable de la calidad del sistema escolar chileno como un todo. Cuarto, existe evidencia que sugiere que la expansión de las escuelas privadas ha aumentado la segmentación y por esa vía la inequidad de la educación chilena (Bellei 2007: 18).
A comienzos del siglo pasado el problema central del debate ocurrido en la antesala de la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria y Común (Chile, Ministerio de Instrucción Pública 1921) era la desigualdad educativa considerada como una de las lacras de la educación chilena. Tal desigualdad social y educativa queda caracterizada en la obra de Darío Salas (1917:5). El Problema Nacional. Bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario, que denuncia la existencia de un crimen colectivo, donde unos han participado como actores y otros como cómplices; este crimen es el problema de la pobreza ligado al altísimo nivel de analfabetismo existente en el país. Pretendemos ser democracia, señala el autor, sin embargo, "dejamos que la desigualdad de cultura perpetúe las diferencias de clase, mantenga la condición de siervos o de parias a una fracción importante de la sociedad y la condene a no vivir si no es con sujeción a normas de vida inferiores y a no apreciar el placer si no es en sus aspectos defectuosos o groseros".
Sabemos lo que ocurrió en educación durante la administración cívico militar en Chile, tenemos claro los millonarios “los avances” en infraestructura educacional realizados durante en el período de transición a la democracia, durante la hegemonía concertación-alianza.
Sin embargo la ciudadanía no participó en los cambios estructurales ocurridos desde 1973 hasta 1980, y con el filtro político social impuesto por el sistema binominal para evitar los tres tercios y no permitir la participación de todas las sensibilidades políticas representativas de la población chilena, en los poderes ejecutivo y legislativo, discriminación que se mantiene hasta el día de hoy.
Recordemos solamente que en este sistema electoral una lista que obtiene el 34% de los votos alcanza la misma representación parlamentaria que una que logra el 66%. Por lo tanto, ambas obtienen el 50% de los escaños.
René Varas, Secretario Ejecutivo del Foro Nacional Educación de Calidad para Todos – , se refiere al drama educativo que vive el país, y reconoce la inequidad como el factor que ha provocado la sublevación de los estudiantes :“Efectivamente, el sistema educacional chileno, en lugar de promover el más pleno desarrollo de todos los seres humanos en un contexto de diversidad, separa a los estudiantes en distintos tipos de instituciones educativas según su origen social y rendimiento académico, reproduciendo y ampliando de esta manera las desigualdades sociales preexistentes”, reconoce. .
Y luego explica que a la educación “particular-subvencionada” se le permite seleccionar a sus estudiantes y establecer tarifas originando una suerte de “Apartheid Educativo: instituciones o sistemas educativos separados para personas con distintos niveles de aprendizaje y de ingresos. La educación en Chile otorga a determinadas personas o grupos un trato incompatible con la dignidad humana y encierra una injusticia que debe ser reparada”, la selección y exclusión de estudiantes según desempeño académico y capacidad de pago, crea competencia desigual en detrimento de la educación pública gratuita y abierta a todos, porque quienes pueden pagar migran a las escuelas particulares subvencionadas, que obviamente cuentan con mayores recursos financieros, sociales y culturales para el aprendizaje.
El sistema de educación chileno establece 12 años de enseñanza obligatoria. Según estadísticas recientes, la educación pública en Chile cubre apenas el 37% de la población estudiantil que son los de menor ingreso y escolaridad. Esas escuelas y liceos Vara los reconoce como “ghettos de pobreza”.
Hoy en Chile existen cinco sistemas cerrados y excluyentes de administración educacional: El particular pagado, el particular subvencionado con financiamiento compartido (padres cancelan cuotas mensuales), particular sin financiamiento compartido, el municipal de comunas ricas y el municipal de comunas pobres.
Irónicamente, el 55 % de la educación privada es subvencionada por el Estado lo que está acrecentando las brechas educativas y sociales porque solo quienes pueden pagar acceden a una mejor educación. Las apreciaciones de Varas se ven validadas por el Informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico sobre el sistema educacional chileno del año 2004 donde se afirma: “está conscientemente constituido por clases sociales, fomentando la designación de origen de los estudiantes, lo que existe en Chile entonces es libertad de selección y no libertad de enseñanza• “
¿Es extraña entonces la movilización estudiantil y ciudadana que desde hace tres meses campea con tomas marchas y petitorios en todas las ciudades de Chile?
Guillermo Rivera Galleguillos
Ex Alumno y Ex Profesor de nuestra Alma Mater: Liceo “Gregorio Cordovez” de La Serena, como homenaje al Profesor Alfonso Calderón Squadrito, Premio Nacional de Literatura 1998 y Profesor Jefe durante mi enseñanza media.