sábado, 26 de diciembre de 2009

Masacre Escuela Santa Maria

Palabras Iniciales en Acto en conmemoración de la Masacre de la Escuela Santa María de Iquique realizado el Lunes 21 de Diciembre a los pies del Memorial por los 3.000 ajusticiados el 21 de Diciembre a las 18 horas en Plaza España de La Serena.

Desde el tercer milenio, agobiados por el sistema neoliberal fundamentalista y la opresora y represora constitución dictatorial, henos aquí, al pié de este honroso monumento erigido en homenaje a las víctimas de la masacre de la escuela Santa María de Iquique, haciendo un alto en el tráfago consumista e individualista para gritar a los cuatro vientos que el holocausto de los 3.000 ajusticiados , no será olvidado jamás.


La masacre de la Escuela Santa María
De Iquique

Composición de Guillermo rivera galleguillos.
Plaza Masacre santa María de Iquique
La serena, 21 de Diciembre 2009.



Las primeras masacres de la historia de nuestro pueblo se inician con la intrusión de aventureros europeos a partir de 1536 en el que es hoy nuestro territorio, quiénes, con la cruz en alto y la espada dando, impusieron a sangre y fuego, el sistema medieval, esclavista europeo, implantaron la semilla del capitalismo, y , de la misma forma , a la fuerza cambiaron a la madre tierra por la virgen maría, y al padre sol por el dios sionista, en el imaginario religioso en todos los pueblos de la América nuestra.
Las constituciones de Chile, celosas guardianas de las prebendas auto otorgadas por la oligarquía dominante “institucionalizan su voluntad casi en los mismos términos con que el estado imperial formalizó la voluntad del rey, y se basan en la negación de la participación ciudadana” (Gabriel Salazar constitución 1833).
Entonces, desde los albores de la república, los sometidos a este particular estado de derecho, se han rebelado impugnando la hegemonía de la clase dominante, sin embargo, sólo a mediados del siglo XIX , aparecen las primeras expresiones de un incipiente movimiento obrero, las sociedades mutualistas con Fermín Vivaceta agrupando a artesanos de distintos sectores con fines solidarios.
Ya en 1894 el partido democrático logra que el obrero tipógrafo Luís Emilio Recabarren sea elegido diputado.
El siglo XX empezó con un golpe magistral de la oligarquía a la clase trabajadora: la imposición por ley del servicio militar obligatorio, a partir de entonces la juventud de origen popular fue empleada para reprimir la rebeldía de sus propios hermanos.
Para María Angélica Illanes “Esta ley constituye uno de los golpes estratégicos más certeros dados por el régimen contra el movimiento obrero…la elite construía su ejército contra los miembros del propio pueblo. El fusil empuñado por este en defensa de la elite, constituyó la clave de la defensa del régimen de poder en el nuevo siglo, fenómeno que se realiza a través de la colonización interna de las fuerzas sociales potencialmente productoras de infidelidad”
No obstante, en septiembre de 1970 el pueblo llega a la moneda, con Salvador Allende Gossens, el compañero presidente que en su primer discurso rinde un homenaje a los mártires de Iquique y a todos los que les precedieran en la lucha social. Después de mil días la oligarquía, para afirmar su hegemonía aplica con violencia implacable la acción de las fuerzas armadas y de organismos de seguridad y otros.
Las consecuencias del exterminio perpetrado por la dictadura entre 1973 y 1976, todavía mantienen las heridas abiertas en el alma de nuestro pueblo. Tampoco podemos olvidar las masacres de San Gregorio, Curanilahue, Zanjón de la Aguada, Santiago, Petorca, Lonquimay, Plaza Bulnes Santiago, Avenida Matta, Santiago, Población José maría Caro, El Salvador, Pampa Irigoyen y otras.
El año 1907 gobernaba Chile Pedro Montt, Montt. La moneda se depreció considerablemente, que llegó a valer apenas 8 peniques. Los artículos de primera necesidad y otras mercaderías alcanzaron subidos precios. Esto produjo un gran malestar entre los trabajadores. La situación de la industria salitrera era floreciente, se estaban construyendo nuevos establecimientos salitreros en la provincia de Antofagasta, el estado obtenía abundantes recursos generados por la renta del salitre.
El 4 de Diciembre los trabajadores de la empresa de ferrocarriles se declararon en huelga, que solo finalizó al concederles la demanda de pagarles sus salarios a un cambio de 18 peniques. El 9 de diciembre, las cuadrillas de las casas salitreras del puerto paralizan su trabajo reclamando lo mismo. Sus patrones la rechazaron pero recibieron respaldo de la pampa, Cantón de San Antonio, oficina San Lorenzo, Santa Lucía. El 14 de diciembre, los trabajadores de de unas 30 oficinas habían parado sus labores y empezaban lentamente a congregarse en diferentes puntos sobre la red ferroviaria salitrera en su movimiento en dirección a Iquique.
Por otra parte, ya se encontraba en la bahía de Iquique el crucero Blanco Encalada. Mientras tanto el Comité Directivo de los calicheras se había reunido con el intendente interino informándoles de sus demandas, la autoridad le manifestó que el clima pacífico favorecía el estudio de sus peticiones pero, les advirtió que serían reprimidas con energía las manifestaciones contra el orden, las personas y la propiedad. Les insinuó que presentaran un pliego de peticiones para conversar con los representantes de las compañías salitreras sobre éste y buscar el mejor arreglo dentro de los derechos de los obreros y de los intereses comunes. Los pampinos contestaron que no regresarían a sus oficinas hasta no recibir una respuesta definitiva de sus peticiones.
El 15 de Diciembre en Zapiga se realizó una concentración con representantes de varias oficinas del cantón del norte. Luís Olea informó que se acordaba pedir al Presidente Montt: “ que en vista de la situación calamitosa creada para el trabajador con motivo de la depreciación del cambio, S.E, despliegue todas las energías propias del primer magistrado de chile… en resguardo y beneficio del pueblo oprimido” Para dar más comodidad a los operarios del salitre, se les fijó un nuevo lugar para que se cobijaran: la escuela fiscal Santa María. El embajador británico reclama una y otra vez al gobierno que las acciones de los huelguistas afectaban gravemente a la propiedad británica y ofrecía tropas de su país para parar la insurrección y preservación la seguridad y el orden público.
El mismo día 21 hubo propuestas de arbitraje de parte de Eastman, los patrones si bien estaban de acuerdo, por ningún motivo aceptarían la demanda de los trabajadores para que sus salarios fueran pagados al cambio de 18 peniques. El ministro Sotomayor había mandado un cablegrama con carácter de estrictamente retendente, en el cuál se expresaba que “sería muy conveniente aprehender a los cabecillas para lo cuál se estaban trasladando a los buques de guerra”. Como los huelguistas se negaron a acatar la orden abandonar la escuela, Silva Renard tomando en cuenta que no era posible esperar mas tiempo sin comprometer el respeto y prestigio de las autoridades y fuerza pública, hizo abrir fuego a las 15 horas 15 minutos. Se ordenó al piquete del regimiento OHiggins empezar descargas sobre la azotea de la escuela y el de la marinería en la calle Latorre, descargar contra el portón donde se ubicaban los huelguistas mas rebeldes y exaltados, en respuesta los disparos de pistolas hirieron a 6 hombres de tropa.
Entonces se ordenó dos descargas más, y fuego de ametralladoras con puntería fija hacia la azotea donde protestaba el comité entre banderas que se agitaban y toques de corneta. Realizado esto, que no duraría 30 segundos la muchedumbre se rindió, se evacuó la escuela y todos los huelguista en numero de 6.000 a 7.000 rodeado de tropos fueron conducidos al hipódromo. Esta es la versión oficial.
En cónsul de Estados Unidos informaba, la escena era indescriptible, en la puerta de la escuela los cadáveres se amontonaban en túmulos humeantes, la plaza se cubría de cuerpos de huelguistas, ancianos, mujeres y niños. Por otro lado el cónsul británico informó que el 22 de diciembre una treintena de soldados fueron ejecutados por haberse negado a disparar contra la multitud. Los datos de los ajusticiados fluctúan entre 500 y 5.000. Cayeron los dirigentes máximos del movimiento pampino José Briggs y Luís Olea, Nicolás Palacios comenta, “los soldados hicieron fuego sobre el directorio central, éstos, de pié, serenos, recibieron la descarga, como heridos del rayo cayeron todos y sobre ellos se desplomó una gran bandera chilena”.
La acción militar del 21 de diciembre de 1907 significó un golpe doloroso y paralizante para el movimiento obrero del salitre de Tarapacá y una advertencia para el de la provincia de Antofagasta donde no se produjo un movimiento huelguístico.
De esta forma el desarrollo de la industria salitrera, vital para la economía nacional continuó sin perturbaciones de este tipo por muchos años, el costo, la vida, la sangre , las esperanzas y los sueños de 3000 pampinos, mujeres ancianos jóvenes y niños de la escuela santa maría de Iquique.
¿Qué nos dejó la masacre de Santa María que no debemos olvidar? Grandes enseñanzas que debemos rescatar y difundir entre las generaciones presentes y futuras.
Así, en este monumento a todos aquellos compañeros y compañeras masacradas en la gesta de solidaridad y amor más sublime donde dieron su vida por exigir sus derechos, aplaudimos su gran solidaridad, entrega generosa, combatividad, compromiso de clase, unidad de los obreros, pues allí, fuimos unos sólo, chilenos, peruanos, argentinos, bolivianos y 30 soldados del pueblo que no obedecieron la orden del genocida.

Gracias

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